18 Personas que solo querían regalar unas cosas, pero se quedaron estupefactas ante lo que terminó pasando

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18 Personas que solo querían regalar unas cosas, pero se quedaron estupefactas ante lo que terminó pasando

A la mayoría de nosotros nos resulta más fácil tirar las cosas viejas que molestarnos en venderlas, pero algunos intentan regalarlas con la esperanza de que les sirvan a otras personas. Sin embargo, resulta que ayudar desinteresadamente a la gente tampoco es tan fácil: a veces primero necesitas correr tras ellos, o incluso pagar dinero de tu propio bolsillo.

Genial.guru recopiló historias de usuarios de la red que ahora saben con certeza que hacer el bien no es para los débiles. Y si vas a dar cosas gratis o ayudar a la gente, prepárate para atravesar algunas dificultades.

  • Hace poco, mi esposo quiso deshacerse de su vieja bicicleta. Estaba intacta, solo vieja y necesitaba frenos nuevos. Llamamos a una organización benéfica local, pero nos dijeron que solo aceptaban bicicletas completamente renovadas en una tienda de bicicletas profesional. En resumen, nos dieron a entender que esperaban bicicletas recién compradas, no usadas. Así que dejamos la bicicleta en la estación sin candado y con un cartel que decía “Llévatela gratis”, y al día siguiente ya no estaba. © Lisa M Byers / Quora
  • Estaba regalando vasos, platos y una taza. Un sujeto me escribió que realmente necesitaba una taza. Le dije que bueno, que pasara a buscarla. El hombre vivía en el edificio de al lado. ¡Y de repente empezó! Comenzó a escribir completas incoherencias, que nos conocíamos y que yo tenía que llevarle la taza, porque él no podía pasar, estaba viendo fútbol. Luego comenzó a coquetear y a enviarme fotos. Al principio le escribí que no me interesaba y luego simplemente dejé de responder. © ChessnutGuard / Genial.guru
  • Hace un mes decidimos que ya no necesitábamos el piano. Era muy antiguo. Escribí que lo estaba regalando si venían a buscarlo. Recibí alrededor de 1000 mensajes. Todos exigían una foto, aunque había una en el anuncio, y algunos pedían que lo tocara para escuchar el sonido. Fue un verdadero calvario… Un mes después, unos chicos llegaron y se lo llevaron, era obvio que no era para ellos, sino para revenderlo. Pero yo igual estaba feliz. © Alexandra Klein / Facebook
  • Intentamos regalar un sofá. Llamó una gente que estaba muy interesada. Solo que querían que nosotros se lo entregáramos. Después de eso lo tiramos. © Peggy McHugh / Quora
  • Estábamos regalando un cochecito a través de las redes sociales. En total, me escribieron 112 personas. Le dije al primero de todos que pasara a buscarlo. Otro hasta me ofreció comprarlo “por la cantidad que quisiera”. Pero lo peor sucedió después. Terminé llorando porque nunca me había sentido tan cínica. El caso es que me enviaron unas 5 fotos de vientres de “embarazadas”, 10 fotos de bebés recién nacidos y un mar de historias de familias numerosas y madres solteras. © kadlk / Pikabu
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