Relaciones emocionales que exclavizan

O bien… Aunque las cosas marchen, tienes mucho miedo a que la relación se acabe porque piensas que no puedes ser feliz si no es con esta persona, crees que te da cosas que tú no puedes conseguir por tus propios medios.
Te aferras a algunas cosas que te gustan de tu relación y les das mucho valor.

Te adaptas a lo que no te gusta quitándole importancia, te dices que no es para tanto o incluso que tú tienes la culpa de lo que pasa. Sientes que exageras muchísimo y puedes llegar a dudar de tu cordura.

No te atreves a expresar tu malestar con comportamientos y actitudes que te hacen daño por miedo a que dejen de quererte o apoyarte. Piensas que la causa de tu malestar es que eres demasiado sensible o susceptible, y que debes cambiar la forma de ver las cosas, aprender a relativizar.

Te cargas con la responsabilidad de cambiar lo que sientes que no está bien por tu parte, pero la otra persona no desea hacer lo mismo, o no puede, y obvias el hecho de que sin la participación conjunta, es imposible hacer cambios.

Cuando te sientes solo te encuentras mal, tienes sensación de abandono, de estar desamparada. Te gustaría o incluso sientes que necesitas que otra persona participe en casi todas tus actividades y que participe tomando decisiones que podrías tomar por ti mismo.

ENTRA EN ESTE ARTÍCULO Y DESCUBRE POR QUÉ CUESTA DEJAR UNA RELACIÓN TÓXICA

La dependencia emocional puede tomar formas diversas y variadas, y tal vez puedas sentirte identificada con alguno de estos rasgos. Si es así, muy probablemente lo que acuda a tu cabeza es que algo no anda del todo bien en ti y que no tienes remedio.

Déjame que te diga que la dependencia emocional extiende sus raíces muy hondo y se fragua en momentos de la vida en que con toda seguridad tú no podías hacer nada por evitarlo.

Tiene que ver con experiencias muy tempranas de insatisfacción de necesidades básicas. Debes tener en cuenta que las necesidades de un bebé no son solamente comer, estar limpio y abrigado, sino que necesita en la misma medida atención, afecto y goce, seguridad, calma.

Es importante también tener presente que no es sencillo dar esto a un niño muy pequeño y que las circunstancias que impiden el cuidado óptimo que nos permite desarrollarnos en las mejores condiciones pueden ser muchas y bien comunes: la enfermedad de los cuidadores principales o cualquier situación que durante un tiempo suficiente prive a los cuidadores de estar en un estado psicológico de disponibilidad y entrega pueden ser algunas de ellas.

No es necesario pensar en malos tratos ni abuso, aunque obviamente la gravedad de estas circunstancias es también muy importante.

Por lo tanto, no te culpes sino cuídate. Cuidarte implica a veces pedir ayuda profesional, así que te animo a ello si consideras que podrías estar necesitándolo.